Acerca de
Conocí a Shantala Shivalingappa en 2008, entre bastidores de un teatro en Dusseldorf, donde fue invitada de Pina Bausch. Fue entonces cuando todo se unió de una manera realmente poderosa. aSH es la obra final en la trilogía de retratos de mujeres que comenzó diez años antes con Questcequetudeviens? (2008) y continuó con Plexus (2012). En esta trilogía, no tomo el espacio como punto de partida, que es mi tema habitual en el teatro, sino una mujer, una persona con una historia, un ser vivo que se revela a través de la danza. Shiva, el dios de la danza, habita en Shantala Shivalingappa. Según la literatura, Shiva tiene más de mil nombres. Es un dios de la creación y la destrucción. La ceniza (ash) no es solo el residuo sólido de la combustión perfecta, es aquí un proceso. Forma parte de un ciclo de nacimiento y muerte que comienza de la nada, el comienzo de cualquier forma en el teatro, y tiende a una forma efímera antes de desaparecer. La danza de Shantala se asemeja a un kolam, un dibujo hecho en el suelo utilizando harina por la mañana, destruido por el viento durante el día y rehecho el día siguiente. Círculos, puntos, simetrías, espirales, fractales ... su danza parece ser una representación de la propria estructura del mundo. En aSH, un título formado con las iniciales de su nombre y apellido, me gustaría que el espacio tuviera un ritmo completo. Me gustaría que el espacio comenzara por expresándose como una vibración, que luego es captada, transformada y extendida indefinidamente por el percusionista Loïc Schild. La danza de Shantala se basa en su viaje de la India a Europa, del kuchipudi a Pina Bausch, de Shiva a Dionisio, el dios del teatro, que algunos dicen descender del mismo dios. Shantala está siempre viajando entre Madrás, donde nació, y París, donde vive. Su danza es un péndulo perpetuo, muy parecido a nuestro encuentro: en algún lugar entre la mística hindú y la física cuántica. - Aurélien Bory
Cuando
Domingo, 19 Enero 2020 17:30-18:30
Sábado, 18 Enero 2020 21:30-22:30
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